Departamento de cine, video y artes audiovisuales

la dificil labor del continuista

El continuista
Definición y perfil laboral
Sylvette Baudrot e Isabel Salvini*


Se puede decir igualmente que el continuista es la "memoria ambulante de la película",...
el "recordatorio del director",... la "oficina de información" y, quizás
también, la "partera" que lo ayuda a parir su película.
No hay que confundir al scribe (escribano público), el script (guión) y el scrípt-boyo la script-girl.1 quien no tie-ne la responsabilidad de la escritura de la historia, sino de su adecuada continuidad, ya que las secuencias de una película no son filmadas en el orden en el que aparecen en pantalla. Pero vea-mos un poco las definiciones usuales. Leemos en el diccionario Robert (1977): «Script-girl (n. f.). Ayudante del director y del director de producción, que es responsable de la continuidad de la película. Elípticamente: La script.»
El Larousse(1987) señala: «Scripte (n.m. o f.). Colaborador del director de una película o de una emisión de televisión, que anota todos los detalles relativos a la filmación y que es responsable de la continuidad de la realización.» Del título II de los Convenios Colectivos entre el Sindicato de los Productores y el Sindicato de los Técnicos, en vigor en el Centro Na-cional de la Cinematografía (CNN, de Francia), se cita del artí-culo 6 la siguiente definición:
«La script-girl es la ayudante del director y del director de producción; cuida de la conti-nuidad de la película y establece, para todo lo que concierne al trabajo ejecutado en el set, las relaciones cotidianas artís-ticas y administrativas.»

Se puede decir igualmente —se lee en ciertos artículos— que el continuista es la "memoria ambulante de la película", la "llanta de repuesto", el "recordatorio del director" y de todo el equipo de técnicos, el "hilo de Ariadna" en el laboratorio que es una filmación, el "nido del equipo de técnicos", la "placa de señales", la "oficina de información", el "oído atento del director", su "imagen de la retina", su "mala conciencia" y, quizás también, la "partera" que lo ayuda a parir su película.

En nuestros días los directores, para tener un mayor margen de maniobra y más libertad en su improvisación creado-ra, no desglosan ya su guión en tomas, sino en secuencias o capítulos o episodios (de 80 a 150, más o menos). Y es el continuista el encargado de numerar todas las subdivisiones den-tro de cada episodio según lo requiera la filmación, a fin de
1Tomado de La scrip-girl, Foundation Européene des Métiers de l'Image et du Son, París (FEMIS), 1988; pp. 7-15, 61-81. Traducción: Miguel Bus-tos García.
que los editores no se pierdan cuando se trate de unir la película (entre 450 y 900 números o tomas por película). A él pues le incumbe la responsabilidad de dar el número "bueno" que se ins-cribe en la famosa "claqueta". Que el número sea el "bueno" supone, por una parte, que no se haya aún atribuido (crea problemas en la edición el que dos negativos lleven el mismo número) y, por la otra, que esté en el lugar que le corresponde en la serie de tomas hechas o por hacerse. Por ejemplo: la secuencia 50, escena 4, toma 1, se inscribi-rá cómo 50/4/1 y se anunciará "cincuenta, cuatro, primera", o "toma uno". No habrá así confusión y se podrá fácilmente sa-ber con qué secuencia se relaciona tal o cual escena, tal toma o número.2
Hay cámaras que tienen una claqueta electrónica incor-porada que numera automáticamente las tomas filmadas: 1, 2, 3, etc. Pero al continuista le corresponde el inmediata-mente anotar en sus informes que el clap 1 corresponde en realidad, por ejemplo, a la toma 25 del guión, que el clap 2 corresponde a la toma 26, que el clap 3 corresponde a la escena 50, etc.
Para el laboratorio o para el departamento de pro-ducción es un medio seguro para no equivocarse respecto a las tomas filmadas, pero para el continuista y los editores es trabajo suplementario.
CUALIDADES REQUERIDAS
Antes de decidirse respecto a la elección de un oficio, es in-dispensable saber en qué consiste y cuáles son las habili-dades que es necesario poseer para ejercerlo lo mejor po-sible. Ciertas de las cualidades requeridas son innatas, otras —felizmente— pueden ser adquiridas gracias a la experien-cia y, en ciertos casos, a algunos errores que, según la fórmula consagrada, servirán de lección.
Buena salud - capacidades psicológicas
Antes que otra cosa el continuista debe estar en buena forma física. En efecto, su oficio lo obliga a permanecer varias horas de pie, a veces en condiciones difíciles. Aun filmando en es-tudio es agobiante, ya que exige, durante la preparación de


El continuista debe pues saber tratar a artista y técnicos con el tacto suficiente
y con la suficiente autoridad como para hacer respetar la continuidad
de la filmación y el ritmo de trabajo. Jamás debe perder de vista que,
si bien cada uno de ellos lo necesita a él, él los necesita a todos.

la escena, un constante ir y venir. Hay que saber conservar el equilibrio; tener una buena resistencia física y moral; po-der escribir en un vehículo en movimiento sin sentir náusea, y no marearse ni ser proclive a sentirse mal por la altura; te-ner un muy buen estómago, comer de todo (los vegetarianos son a menudo muy infelices); no ser disléxico ni daltónico ni hipoglucémico, y no padecer de cistitis.
Como las películas son hechas cada vez más en exterio-res, de noche, de día, en cualquier estación y en cualquier clima, no se debe olvidar llevar en su maletín un impermea-ble, botas de hule, chanclas, un suéter grueso, un gorro de lana, una chaqueta con capucha, una bufanda, guantes, cami-seta de lana y hasta calzones largos. Créanme: dejen de lado la elegancia, el talle fino, y toda esperanza de hacer conquistas, cubiertos hasta los ojos en los días muy fríos. Tenga en mente que no tendrá jamás tiempo de ir a calentarse en el interior de un restorán, ni de ir al baño, a menudo inexistentes en va-rias leguas a la redonda. No puede uno tampoco darse el lujo de enfermarse, de andar crudo. Iba a olvidar lo más impor-tante: lleve siempre consigo una silla plegable para no tener que pasar horas de pie.
Psicológicamente hay que estar también en forma, ya que cada "participante" puede verse confrontado en un momento u otro en una situación delicada o incómoda: un equipo es un grupo de personas con su carácter, su modo de vivir, sus pro-pias reacciones, y el continuista se ve forzado a tener contacto con todos. Debe pues saber tratar a artistas y técnicos con el tacto suficiente y, sin embargo, con la suficiente autoridad como para hacer respetar la continuidad de la filmación y el ritmo de trabajo. Lo digo no de manera maquiavélica: jamás debe perder de vista que, si bien cada uno de ellos lo necesita a él, él los necesita a todos.
Insistamos finalmente en que se debe estar abierto al mundo y a las diferentes ge-neraciones, ya que hay mu-chas posibilidades de que no comience su carrera con un realizador de la edad de su padre, y que la termine con un realizador de la edad su hijo.
Espíritu de equipo La vida comunitaria que im-plica la filmación es muy
agradable, a condición de que uno esté en buenos términos con todo el mundo y de que evite como la peste pasar a for-mar parte de un partido, de un clan y de todo aquello que pueda crear escisión en un equipo. Entre las pequeñas frases que se dice en los sets, hay una que se escucha a menudo: «Entre todos hacemos la misma película.» ¡Qué cierta es! Estamos todos ahí para hacer un producto y debemos poner en ello toda nuestra habilidad, pero también todo nuestro corazón.

Inversión personal
La inversión personal es muy grande en este oficio, y hay que sa-ber, antes de iniciar la primera filmación, que cada uno debe-rá hacer de lado sus problemas individuales. No es sólo una profesión lo que uno elige, es también todo un modo de vivir: no hay que ser mezquinos ni respecto a nuestra disponibili-dad intelectual. La vida privada puede a veces resentirse. El continuista ideal no tiene tiempo para tener "estados de ánimo", por el contrario: del primer día de trabajo al último, se le ve siempre de un mismo humor.

Cultura general
Un consejo de pasada: si usted quiere dedicarse a este oficio, no dude sobre todo en adquirir una buena cultura general; este punto (que no es un mero detalle) presta inmensos ser-vicios, a más de las alegrías que procura. Hay que leer libros —no sólo libros sobre cine—, hay que aprender lenguas vivas (sobre todo el inglés, desde luego), hay que ir al cine, escu-char música, ir al teatro, ir a exposiciones... Si aún le queda tiempo, puede también hacer un poco de físicoculturismo y aprender estenografía.

Aptitud para el cálculo mental
El continuista debe saber contar mentalmente con ra-pidez.
Ejercicio 1: ¿cuántos segundos hay en 3'24"?
Ejercicio 2: ¿cuántos minutos hay en 2h 40m?

Rapidez de pensamiento y de ejecución
Acuérdese de que el continuista no tiene nunca tiem-po para dudar. Una de sus cualidades más importantes es la rapidez de pensamien-to y de ejecución. Debe estar

El continuista debe rendir al departamento de producción respecto
de la marcha de la filmación; él, en efecto, es quien tiene al día la contabilidad de los
rollos utilizados, de las tomas filmadas, de la presencia de los actores, del pietaje
y del minutaje, etc. Debe igualmente llenar un cierto número de formularios
que conforman la hoja de continuidad.

Locación: Recibidor en oficina Salvador
Un mundo raro
Día: Fecha: Miércoles 30 de agosto 2000.
Hoja de continuidad del día 7 del rodaje de Un mundo raro.
seguro de lo que propone y, durante una transmisión en direc-to por televisión, es indispensable ser rápido, claro y conciso.

Claridad
La preparación requiere del continuista un método de trabajo estricto, una presentación ordenada, a falta de la cual le será imposible asegurar su trabajo durante la grabación de la emisión y, a fortiori, durante una transmisión directa.
Capacidad de anticipación y concentración
Como me decía uno de mis profesores en el liceo, un buen alumno no es aquel que no se retrasa en el curso, es aquel que se le adelanta. Es igualmente cierto respecto al continuista, el cual debe tener esa capacidad para la anticipación: saber y prever, Y luego, obviamente, un gran poder de concentración. Durante una transmisión directa la menor falta de ubicuidad de su parte puede hacer que se falle en una toma y tener re-percusiones graves en la continuidad del trabajo.

Orden y precisión
¿Es necesario insistir en el hecho de que el continuista reali-za un trabajo minucioso, que exige orden y precisión?
Conocimiento de la edición
El mejor medio para acercarse al oficio de continuista es po-seer una comprensión real y, ciertamente, experiencia en la edición. Es ahí, mejor que en ninguna otra parte, que se pue-de juzgar, según la evidencia, respecto a los empalmes que son buenos, los que son pasables y los que no pasarán jamás.

RESPONSABILIDADES
Como usted ya ha podido notarlo, esta profesión implica un cierto número de responsabilidades.

Respecto de la producción
El continuista debe rendir cuentas al departamento de pro-ducción respecto de la marcha de la filmación; él, en efecto, es quien tiene al día la contabilidad de los rollos utilizados, de las tomas filmadas, de la presencia de los actores, del pietaje y del minutaje, etc. Debe igualmente llenar un cierto número de formularios que conforman la hoja de continui-dad.
Respecto a la realización
Durante la etapa de preparación el realizador le da al conti-nuista todas las órdenes concernientes a la filmación; es su responsabilidad tomar bien nota de ellas y ser capaz de resti-tuir fielmente esas consignas durante la transmisión directa o la grabación.
Respecto a los actores
El continuista deberá tener el cuidado de los actores antes de que se presenten al set (muy a menudo es con él que en-sayan sus parlamentos); cuando las cámaras filmen él deberá supervisar sus diálogos, conocer el match (empalme) que les concierne (de vestuario, de movimiento, de miradas, de ac-tuación, etc.).
Respecto del editor
En la sala de edición no se tiene tiempo de revisar todo. El edi-tor, así, espera de la continuista informes precisos cuya lectu-ra le permita descubrir las particularidades de cada toma.
Respecto a los técnicos
Aquí nos volvemos a encontrar con esas famosas habilidades psicológicas respecto a las cuales he ya insistido. El continuis-ta participa en el entendimiento y el ambiente generales en

Estudios Cinematográficos
El continuista, en efecto, no puede "crear", en ei verdadero sentido del término;
él sirve más bien a la creación de los demás y debe saber permanecer en la sombra.
Está el servicio de la filmación y su "participación estética"
depende de sus relaciones con el director.
tanto hace respetar la continuidad. Durante la filmación él deberá trabajar en estrecha colaboración con el director, con el asistente del director, con el cinefotógrafo, con el ingenie-ro de unidad, con el ingeniero de sonido y su asistente, con el vestuarista...

LAS ALEGRÍAS DEL OFICIO
Una vez superadas las primeras dificultades —es decir, una vez que el método de trabajo ha tomado su lugar—, este ofi-cio es verdaderamente apasionante; y esto por razones que puede variar según cada individuo, pero gracias también a un cierto número de puntos que voy a tratar de desglosar.

Rol activo
El continuista está incesantemente en actividad. Durante su jornada de trabajo está sin parar "ocupado en...": ocupado en caminar, ocupado en escribir, ocupado en reflexionar. No co-noce un solo momento de descanso... Y está bien.
Presencia en todas las etapas de fabricación de un producto
Tomemos como ejemplo a un realizador que nos llama porque debe grabar una obra de teatro: lo primero que va a pedirnos es ir con él a ver varias veces el espectáculo. Enseguida uno trabajará con él el guión de producción, luego, uno estará con él en los ensayos, y en la grabación, desde luego. Pero uno no se quedará a medio camino: igualmente estará en la edición y finalmente en el mezclado. (Hasta llega a ocurrir que sea uno quien, a las 18 horas, lleve el video a la cadena comanditaria para su difusión esa misma noche.) Y es en esto que reside uno de los grandes placeres de este oficio: estar presente de princi-pio a fin, tener una parte activa en la concepción, en la realiza-ción y en la finalización de un proyecto. Y, como si eso no fuera suficiente, cuando la obra de teatro sea difundida por televisión, uno además la verá, un tanto emocionado, un tanto inquieto.

Diversidad de las emisiones propuestas
El continuista de televisión interviene en las emisiones de variedades, en los debates, en las retransmisiones de teatro o música; hace programas de ficción, emisiones en las que sólo hace la edición, y aun de otro tipo, que desglosaremos más adelante. En el curso de su carrera, así, se verá llevada a moverse en medios tan diferentes como el de los cantantes de rock y el de los ejecutivos de las grandes empresas indus-triales; es preferible que le gusten los cambios, porque pue-de ser llamada a trabajar tres días con un grupo de actores y pasar inmediatamente después a trabajar un mes a una sala de edición, en donde estará solo entre cuatro paredes con un realizador y un editor.
Luego de esos dos contratos quizá deba irse algunas semanas a provincia, incluso al extranjero; más le vale pues que sepa apreciar horizontes nuevos, que se sepa adaptar a los lugares, a las situaciones, a las personas: si es el caso, qué placer no hacer todos los días lo mismo, no escuchar cada mañana de su vida sonar el despertador a la misma hora, no ver durante cuarenta años a los mismos "cole-gas", no hablar de las mismas cosas con las mismas personas.
Desgraciadamente cada medalla, se sabe, tiene su rever-so. Haré de lado los problemas humanos, amorosos o fami-liares que este tipo de vida puede crear, pero evocaré breve-mente los límites del interés de este trabajo: el continuista, en efecto, no puede "crear", en el verdadero sentido del térmi-no; él sirve más bien a la creación de los demás y debe saber permanecer en la sombra. Está al servicio de la filmación, y su "participación en la estética" depende de sus relaciones con el director; a veces, en ciertas filmaciones, no se le requiere sino cuando algo no va bien; si todo va bien, la gente se olvi-da de él un tanto, no dándole a su labor sino una importancia secundaria.

He aquí en resumen los seis mandamientos del continuista debutante:
1. No dejarse llevar por la actuación de los actores y abrir la boca de admiración ante ellos, en lugar de anotar los cam-bios de éstos al texto.
2. No confiar únicamente en la Polaroid, sino tomarse el tra-bajo de hacer un croquis de los decorados y anotar los colores exactos de las corbatas, por ejemplo, siendo a ve-ces engañosa la reproducción de los colores en la foto.
3. No hacer críticas negativas si no se tiene nada que apor-tar en cambio, y siempre criticar con tacto y discreción.
4. No tener miedo al ridículo: hay que volver a hacer la pre-gunta para estar seguros de haber comprendido bien.
5. No dejarse distraer entre tomas por los habladores ni pa-sar demasiado tiempo arreglándose el cabello luego de una ráfaga de viento.
6. No ser susceptible ni sentirse fácilmente vejado.

NOTAS
1 Hasta hace muy poco la función de continuidad era asignada a mujeres
en la mayoría de las industrias cinematográficas, razón por la que el tér--
mino "script-girl" se adoptó en diversas lenguas. Todavía hoy se le de-
signa así en Francia; empero, en la actualidad estas funciones recaen lo
mismo en hombres que en mujeres, por lo que en México se ha optado
por el término en español, más general, de continuista. [N. de la Ed.l
2 En el teatro una obra se descompone en actos, cuadros y escenas. En el
cine una película se corta en secuencias, escenas y planos. Pero la pala
bra escena en cine es mas elástica porque se refiere a veces a los planos.
a veces a las secuencias. [N. de la Ed.l

La práctica de la realización
Estudios Cinematográficos